Si cada día del verano puede ser un mundo, un mundo es posible cada día.
En el área de Media quisimos hacer rodar esa "potencia" entre los árboles donde acampamos
con libros, hojas, marcadores y banderas.
La potencia de sentir y de pensar el amor de muchas formas. La potencia de pensar un mundo distinto,
una sociedad mejor o un yo más pleno.
La potencia de acercarse al otro, de pensar distinto, de convertir lo posible en utopía
y la utopía en conversaciones que nos cambian.
La potencia de descubrir quiénes somos y quiénes podemos ser.
La potencia de dar siempre más de lo que se espera de nosotros.
Porque cada libro, como cada persona, espera, generosamente, abrirse más y más como una misteriosa flor.